Historia

De fundación Jesuita, la Hacienda Santa Ana y Lobos data del año 1600. Para inicios del 1700 las haciendas de orden religioso, así como las minas de la región se encontraban en su pleno apogeo, criaban ganado vacuno, caprino y bovino, también contaban con grandes viñedos en la hacienda y en toda la región. Por lo que presumían de grandes productores de vinos. También ha sido empleada para la crianza de ganado de lidia en desde el año de 1807 y de una prolongada tradición y afición taurina. Misma que ha sido mantenida viva a través de los años por sus diferentes propietarios.

Santa Ana y Lobos fue una de las principales haciendas Jesuitas de la zona perteneciente a la Misión de San Luis de la Paz.

En un inicio los Jesuitas criaban ganado vacuno, caprino y bovino, también contaban con grandes viñedos en la hacienda y la región. Por lo que eran grandes productores de vinos. También cosecharon Trigo, Frijol, Maíz, entre otros.

Se presume aunque aún no se tiene total certeza, que Francisco de Paula Rubio el propietario de la Hacienda durante la época del Porfiriato, hizo traer de Europa las esculturas de bronce de dos toros de lidia y la musa Polimnia para la Hacienda, aproximadamente en el año de 1870, y que posteriormente dichas esculturas fueron donadas por un siguiente propietario, el Sr. Manuel Ysita y Rubio a los municipios de Querétaro y San Luis de la Paz respectivamente, convirtiéndose en íconos urbanos de ambas ciudades. Los toros en un principio fueron instalados en una glorieta en la avenida Pasteur Sur en el acceso a la Feria Ganadera, en la actualidad se encuentran en la avenida del Parque en la salida a Huimilpan. La escultura de la musa Polimnia se encuentra en la Alameda central de San Luis de la Paz y su relevancia en la ciudad es tal, que incluso aparece en el himno de la misma.

En 1814 durante la guerra de Independencia, el Padre José María Cos llevo a cabo en la Hacienda un Sermón Independentista, el cual al parecer fue de una gran relevancia política y religiosa en ese momento.

Se han encontrado referencias a la crianza de ganado de lidia en la Hacienda desde el año de 1807 y de una prolongada tradición y afición taurina en la misma a través de los años y los diferentes propietarios.

Francisco de Paula José María Zacarías Rubio de Tejada y Álvarez del Condarco fue el propietario de la Hacienda a mediados de los 1800, era hermano de Cayetano Rubio, propietario de la Fábrica de Hércules de Querétaro y pionero de la industria textil en México.

En 1779 la hacienda fue comprada por Don Diego de Zubieta junto con las demás Haciendas del Colegio de San Luis de la Paz.

Tras la expulsión de los Jesuitas en 1767, la Hacienda junto con todas las propiedades de los Jesuitas, fueron expropiadas por el Virrey Bucareli y administradas por la Junta de Temporalidades para posteriormente ser puestas a la venta. Se estima que para entonces, la hacienda tenía una superficie de 21,799.36 hectáreas.

Para inicios de los 1700 las Haciendas Jesuitas, así como las minas de la región se encontraban en su pleno apogeo.

La hacienda data de entre los años 1600 y 1670, se presume que el propietario original fue Juan Francisco de Goñi y Peralta el cual fue uno de los primeros terratenientes españoles y principales benefactores de los Jesuitas en la Región.